Parece mentira, pero apenas un
año después de nuestra entrevista con Adelina Gherman, tenemos motivos más que
sobrados para una nueva entrevista. De entonces a ahora han visto la luz
bastantes vídeos en YouTube y en Amazon dos libros: el verano pasado salió
“Verbos rumanos conjugados” y ahora, en 2018, “Aprende Rumano – Tu libreta de
iniciación: Nivel A1”
Vamos a recordar que Ade es una
“Timisoreanca” afincada en la zona de Valencia desde hace unos años, que se ha
dedicado, entre otras cosas, a la enseñanza, y que tiene un canal en Youtube
llamado I Study Ro con vídeos para aprender rumano en español.
Supongo que “La libreta de iniciación”
es la versión Amazon del material de soporte que preparaste para las clases de
rumano de la universidad, y que mencionaste en la anterior entrevista.
Cuéntanos un poco sobre este libro:
“La libreta de iniciación” es fruto del material recopilado en las
clases que impartía en la universidad y también de todo lo nuevo que he añadido
al crear el canal de Youtube “I Study Ro”. Es un manual muy versátil que contiene
las bases para aprender rumano como lengua extranjera. Ya sé que ya hay muchos
libros y guías de rumano en el mercado, especialmente para estudiantes de otros
países que van a estudiar a Rumanía, pero a todos los he visto un poco
difíciles para un principiante.
Mi manual parte de esa base práctica, que he notado yo misma que hacía falta,
al llegar a España sin conocer el idioma. No quería gramáticas avanzadas,
cursos completos y cansinos, sino algo que me ayudara a espabilar, a expresarme
mejor después de sólo unas semanas, nada más. Creo que por ahí deberían empezar
todos los cursos…
Poco a poco van surgiendo nuevos
canales en YouTube, nuevo material impreso para aprender rumano, incluso
Duolingo ha sacado su curso de rumano (de momento sólo en inglés). Parece que
poco a poco podemos encontrar material suficiente para aprender rumano desde
casa, ¿no es así?
Al principio he mirado fuentes de Youtube para los estudiantes, sobre
todo para que pudieran escuchar en casa la pronunciación de cierto vocabulario,
pero había un vacío tremendo y de ahí surgió mi idea de empezar a construir un
curso metódico de rumano. Es verdad que había algo en inglés, pero no me servía
en el aula, así que la necesidad era de clases de rumano para hispanohablantes.
Ojalá aparezcan, cada vez más, nuevas propuestas, perspectivas nuevas para el
aprendizaje del rumano, con este objetivo que he señalado antes: de hacer el
proceso lo más entretenido posible.
No olvidemos el lado práctico: el de las frases que realmente se
necesitan para comunicarte, no traducciones de algo rígido, no pasos que pisan
capítulos teóricos cansinos y confusos; simplemente hay que enfocarse en la
comunicación real, en las necesidades que una persona puede encontrar, para saber
expresarse en rumano en esa situación en concreto.
¿Hasta dónde puede llegar uno con
material de autoestudio? Llega un punto en que avanzar es difícil y hay
personas que viven en países latinoamericanos, tal vez en pequeñas ciudades a
los que les va a ser muy difícil encontrarse con rumanos nativos. ¿Qué consejos
les darías para seguir aprendiendo y mejorar su rumano?
Otra vez me voy a referir a mi experiencia de aprendizaje, esta vez del
inglés. Empecé a estudiar inglés por mi cuenta, con once años, durante las
interminables vacaciones de verano, cuando me aburría y no sabía qué hacer con
tanto tiempo. Usaba “casette” y un libro de “Inglés sin profesor”, de los
muchos que había, veía películas americanas en versión original y escuchaba
música en inglés, buscando la letra de las canciones en revistas alemanas que
me llegaban de vez en cuando, en esa época…
Leía las lecciones en voz alta, miraba la transcripción fonética como
forma de autocontrol y, en lo que se refiere a las canciones, las rebobinaba
una y otra vez, hasta que me aprendía la letra de principio a fin, por supuesto
teniendo ya la traducción hecha, con el diccionario, palabra por palabra. Era
una labor minuciosa, que me entretenía, porque notaba el progreso cada día y me
animaba. Mi primer idioma fue el francés, en la escuela; el inglés me llegó
bastante tarde, pero me enamoró totalmente y así llegué a dominarlo más que el
francés, que estudié doce años en la escuela general e instituto, pero que no
se me pegó mucho.
Por esto digo que si quieres y te gusta un idioma, da igual las escasas
fuentes que tengas; al final, la motivación te conducirá y avanzarás. En la
selectividad aprobé el inglés en el primer intento; en España me saqué la
licenciatura de inglés con “Premio extraordinario” y nunca antes pisé algún
país extranjero, nunca había estado en Inglaterra, no tenía Internet, ni música
a disposición, salvo unas cintas de magnetófono… Pero todo lo que aprendía era
riguroso y lo reforzaba viendo películas.
Llegué a Inglaterra apenas con 32 años y me entraron ganas de llorar,
dándome cuenta de cuántas privaciones teníamos cuando era joven, en la época de
Ceausescu. Pero, “if there's a will there's a way” (“La voluntad todo lo puede”), ¿no? En esto
hay que pensar siempre.
Después de llegar a un cierto nivel, se pueden encontrar programas de
televisión, revistas, noticias, música rumana para seguir estando expuesto al
idioma. En la página de Facebook del canal, cuelgo a veces canciones con letra,
para que vayan practicando. Es una forma muy divertida de coger fluidez a la
hora de expresarte. La música te ayuda a pronunciar sin atascarte. Puede ser un
buen ejercicio de dicción, también.
(Continuará...)
Quiero Aprender Rumano
Interesante... Esperando la versión impresa ya que, de momento, en Amazon, únicamente está disponible la versión Kindle.
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