jueves, 15 de marzo de 2018

Entrevista a Ade de I Study Ro (Parte I)



Parece mentira, pero apenas un año después de nuestra entrevista con Adelina Gherman, tenemos motivos más que sobrados para una nueva entrevista. De entonces a ahora han visto la luz bastantes vídeos en YouTube y en Amazon dos libros: el verano pasado salió “Verbos rumanos conjugados” y ahora, en 2018, “Aprende Rumano – Tu libreta de iniciación: Nivel A1”

Vamos a recordar que Ade es una “Timisoreanca” afincada en la zona de Valencia desde hace unos años, que se ha dedicado, entre otras cosas, a la enseñanza, y que tiene un canal en Youtube llamado I Study Ro con vídeos para aprender rumano en español.

Supongo que “La libreta de iniciación” es la versión Amazon del material de soporte que preparaste para las clases de rumano de la universidad, y que mencionaste en la anterior entrevista. Cuéntanos un poco sobre este libro:

“La libreta de iniciación” es fruto del material recopilado en las clases que impartía en la universidad y también de todo lo nuevo que he añadido al crear el canal de Youtube “I Study Ro”. Es un manual muy versátil que contiene las bases para aprender rumano como lengua extranjera. Ya sé que ya hay muchos libros y guías de rumano en el mercado, especialmente para estudiantes de otros países que van a estudiar a Rumanía, pero a todos los he visto un poco difíciles para un principiante.

Mi manual parte de esa base práctica, que he notado yo misma que hacía falta, al llegar a España sin conocer el idioma. No quería gramáticas avanzadas, cursos completos y cansinos, sino algo que me ayudara a espabilar, a expresarme mejor después de sólo unas semanas, nada más. Creo que por ahí deberían empezar todos los cursos…

Poco a poco van surgiendo nuevos canales en YouTube, nuevo material impreso para aprender rumano, incluso Duolingo ha sacado su curso de rumano (de momento sólo en inglés). Parece que poco a poco podemos encontrar material suficiente para aprender rumano desde casa, ¿no es así?

Al principio he mirado fuentes de Youtube para los estudiantes, sobre todo para que pudieran escuchar en casa la pronunciación de cierto vocabulario, pero había un vacío tremendo y de ahí surgió mi idea de empezar a construir un curso metódico de rumano. Es verdad que había algo en inglés, pero no me servía en el aula, así que la necesidad era de clases de rumano para hispanohablantes. Ojalá aparezcan, cada vez más, nuevas propuestas, perspectivas nuevas para el aprendizaje del rumano, con este objetivo que he señalado antes: de hacer el proceso lo más entretenido posible.

No olvidemos el lado práctico: el de las frases que realmente se necesitan para comunicarte, no traducciones de algo rígido, no pasos que pisan capítulos teóricos cansinos y confusos; simplemente hay que enfocarse en la comunicación real, en las necesidades que una persona puede encontrar, para saber expresarse en rumano en esa situación en concreto.

¿Hasta dónde puede llegar uno con material de autoestudio? Llega un punto en que avanzar es difícil y hay personas que viven en países latinoamericanos, tal vez en pequeñas ciudades a los que les va a ser muy difícil encontrarse con rumanos nativos. ¿Qué consejos les darías para seguir aprendiendo y mejorar su rumano?

Otra vez me voy a referir a mi experiencia de aprendizaje, esta vez del inglés. Empecé a estudiar inglés por mi cuenta, con once años, durante las interminables vacaciones de verano, cuando me aburría y no sabía qué hacer con tanto tiempo. Usaba “casette” y un libro de “Inglés sin profesor”, de los muchos que había, veía películas americanas en versión original y escuchaba música en inglés, buscando la letra de las canciones en revistas alemanas que me llegaban de vez en cuando, en esa época…

Leía las lecciones en voz alta, miraba la transcripción fonética como forma de autocontrol y, en lo que se refiere a las canciones, las rebobinaba una y otra vez, hasta que me aprendía la letra de principio a fin, por supuesto teniendo ya la traducción hecha, con el diccionario, palabra por palabra. Era una labor minuciosa, que me entretenía, porque notaba el progreso cada día y me animaba. Mi primer idioma fue el francés, en la escuela; el inglés me llegó bastante tarde, pero me enamoró totalmente y así llegué a dominarlo más que el francés, que estudié doce años en la escuela general e instituto, pero que no se me pegó mucho.

Por esto digo que si quieres y te gusta un idioma, da igual las escasas fuentes que tengas; al final, la motivación te conducirá y avanzarás. En la selectividad aprobé el inglés en el primer intento; en España me saqué la licenciatura de inglés con “Premio extraordinario” y nunca antes pisé algún país extranjero, nunca había estado en Inglaterra, no tenía Internet, ni música a disposición, salvo unas cintas de magnetófono… Pero todo lo que aprendía era riguroso y lo reforzaba viendo películas.

Llegué a Inglaterra apenas con 32 años y me entraron ganas de llorar, dándome cuenta de cuántas privaciones teníamos cuando era joven, en la época de Ceausescu. Pero, “if there's a will there's a way”  (“La voluntad todo lo puede”), ¿no? En esto hay que pensar siempre.

Después de llegar a un cierto nivel, se pueden encontrar programas de televisión, revistas, noticias, música rumana para seguir estando expuesto al idioma. En la página de Facebook del canal, cuelgo a veces canciones con letra, para que vayan practicando. Es una forma muy divertida de coger fluidez a la hora de expresarte. La música te ayuda a pronunciar sin atascarte. Puede ser un buen ejercicio de dicción, también.


(Continuará...)
Quiero Aprender Rumano

1 comentario:

  1. Interesante... Esperando la versión impresa ya que, de momento, en Amazon, únicamente está disponible la versión Kindle.

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